En este nuevo artículo, desde el despacho del abogado laboralista Carlos Castro, en Santiago de Compostela, queremos hablarle de una de las herramientas a las que pueden recurrir las empresas en situaciones económicas o productivas delicadas: el Expediente de Regulación de Empleo (ERE), un procedimiento administrativo que permite a una empresa suspender o extinguir contratos de trabajo de forma colectiva.
Situaciones que justifican la aplicación de un ERE
La legislación laboral española establece de forma taxativa las causas que pueden justificar la presentación de un ERE. Estas se agrupan principalmente en las siguientes categorías:
- Causas económicas. Se dan cuando la empresa atraviesa una situación económica negativa que puede manifestarse en pérdidas actuales o previstas, disminución persistente del nivel de ingresos o ventas, o incluso la necesidad de afrontar cambios tecnológicos o de mercado que afecten a su viabilidad.
- Causas técnicas. Estas se refieren a cambios en los medios o instrumentos de producción, como la introducción de nueva maquinaria o la automatización de procesos, que hagan innecesaria la mano de obra de un determinado número de trabajadores.
- Causas organizativas. Se producen cuando se realizan cambios en los sistemas o métodos de trabajo del personal o en la forma de organizar la producción, por ejemplo, la reestructuración de departamentos o la modificación de las funciones de los empleados.
- Causas de producción. Estas se vinculan a una disminución de la demanda de los productos o servicios que ofrece la empresa.
Tipos de ERE: suspensión y extinción de contratos
Dentro de la figura del ERE, podemos distinguir dos modalidades principales:
- ERE de suspensión. En este caso, la relación laboral entre la empresa y los trabajadores afectados se interrumpe temporalmente durante un periodo determinado. Una vez finalizado este periodo, los trabajadores tienen derecho a reincorporarse a sus puestos de trabajo.
- ERE de extinción. Esta modalidad implica la finalización definitiva de la relación laboral. Los trabajadores afectados tienen derecho a percibir una indemnización, cuya cuantía mínima está establecida por la ley.
El procedimiento del ERE: negociación y garantías
El procedimiento para llevar a cabo un ERE es complejo y está regulado detalladamente en la normativa laboral. Una vez comunicada a la autoridad laboral y a los representantes de los trabajadores la intención de iniciar un ERE, se abre un periodo de consultas. Durante este periodo, la empresa y los representantes de los trabajadores deben negociar de buena fe para tratar de alcanzar un acuerdo sobre las medidas a adoptar, las condiciones de los trabajadores afectados y las posibles alternativas para evitar o reducir el impacto del ERE.
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